Técnicas para la granulación de piensos

Control de humedad de la harina

La tecnología de granulación consiste en un condicionamiento con vapor a elevadas temperaturas y presiones. El efecto de la adición de vapor es doble. Por un lado incrementa la temperatura de la harina y por el otro aumenta la humedad. Ambos factores contribuyen a mejorar la calidad del gránulo o pellet además de la productividad. Con el vapor, la humedad se distribuye más uniformemente que añadiendo agua en el condicionador. Cuando el vapor se condensa sobre la harina, crea una fina película de agua entre las partículas que facilita la aglomeración en caliente. Estudios recientes demuestran que si la humedad se añade en forma de agua antes del condicionamiento con vapor, el efecto térmico de este se potencia y mejora la calidad física del gránulo y el rendimiento del proceso. Por lo tanto, se propone controlar la humedad de la harina en tiempo real y añadir la cantidad de agua necesaria para lograr un 14% de humedad al entrar en el condicionador.


Ajuste hidráulico de los rodillos de la granuladora

La función de los rodillos de la granuladora es comprimir la harina sobre el canal de la matriz. La resistencia del material a comprimir así como su capacidad de abrasión hacen que se produzca un desgaste progresivo de las superficies del rodillo y de la matriz. También las presiones y las vibraciones pueden causar desajustes en la relación rodillo-matriz y un aumento de su espacio disminuyendo la eficacia del proceso y la calidad del producto. Para prevenir este efecto se requieren dos acciones: un programa de mantenimiento periódico que permita detectar el desgaste de los materiales y reemplazarlos cuando sea debido y, por otro lado, un sistema de ajuste automático y continuo de la interfaz rodillo-matriz.

 

 

Ajuste de las condiciones del vapor

Está demostrado que la presión de vapor en el condicionamiento convencional del pienso no influye en la calidad del pellet, debido a que las características termodinámicas del vapor a alta y baja presión son muy similares. Con el objetivo de optimizar el gasto energético, se recomienda utilizar el vapor a la presión que permita alcanzar las temperaturas de condicionamiento deseadas por la harina y que permita sacar adecuadamente los condensados. En general, se considera adecuado para la mayoría de piensos realizar el condicionamiento convencional con vapor a presión entre 1-2 kg/cm². Para estas cantidades de presión, es suficiente con generar vapor en caldera a presión mínima de 6 kg/cm².


Enfriado de pellets a contracorriente

Así es como se denomina al enfriador de gránulos en el que el aire circula en dirección contraria al producto a enfriar (los pellets). A medida que el aire asciende a través del producto, se calienta, de modo que incrementa su capacidad de portar humedad. El pellet que entra por la parte superior se expone al aire más caliente, minimizando el choque térmico. El gránulo sale del enfriador a una temperatura de 3 a 6 grados centígrados por encima de la temperatura ambiente. Entre otras ventajas de este equipo, podemos destacar las siguientes:

 

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